Editorial

Nuestra concepción del arte va más allá de la antigua filantropía de creer que arte es casi todo lo que produce el ser humano, o la visión que se tiene sobre ciertos acontecimientos fortuitos, desencadenados casualmente o por simple alteración o desorden provocado intencionalmente.

El arte para nosotros parte de un concepto en el cual el conocimiento adquirido por la experiencia así como la indagación profunda e investigación en el campo de algo que posiblemente jamás haya sido estudiado o profundizado y de tal manera, concibe resultados de mayor o menor complejidad que el estudio en cuestión. No amerita ser algo súper complejo en estructura pero si en su basamento, en su fundación; la empresa de hacer arte para algunos es más natural que para otros sin duda pero siempre debe estar implícito el estudio, la visión de futuro, quizás de inconformidad con lo que se nos es dado en la actualidad, o previendo nunca desaparezca esa visión de lo que nunca ha existido y así conseguir la profundización del pensamiento a través de la acción.

Es la belleza implícita en una sola palabra, que no tiene quizás un antecedente ni tendrá más futuro que ella misma pero con la suficiente fuerza poética para mantenerse por si misma siendo la columna vertebral de cada propia historia; la bohemia de un guaro cualquiera tomando vino en un apartamento en la Candelaria, las fumavelas, la visión de Kubrick, las tertulias propias del Gardeliano al salir de la Reverón, un disco de Stravinsky, uno de Bill Evans, uno de Tom Zé, uno de Lasha y uno de Pablo Canela; algunos libros conmueven más que otros pensaría quizás Poe, si ojeara a El Chino Valera Mora, creerse por supuesto el cuento de Rilke, desayunar Schoenberg, almorzar Trilok Gurtu para terminar cenando poética pura de Calzadilla, Artaud, Rimbaud y Serenata Guayanesa con ensamble Gurrufío . Eso es el arte.

Esta concepción nace de nuestros propios estudios como hacedores de Arte, como inventores de futuro y cambiadores de pupitres por cabinas con internet en lo que ha estética se refiere. Conocedores de nuestra realidad endógena por sobre todo; Nace de nuestra visión como habitantes del mismo mundo pero con la cantidad de información necesaria para notar que algo estaba mal y provocar el rompimiento en lo que previamente se había propuesto. Nace de notar que estábamos mejor con guayuco pero con naves espaciales como 2001: odisea al espacio, conmovidos por el correr del río tanto como por el distorsionar de una guitarra, por lo que decidimos asumir el compromiso de ratificar nuestro carácter étnico como habitantes de esta esférica celeste y ser por fin humanos.

Claro esta que nuestra idea es llevar esta visión a la mayor cantidad de individuos posible y de esta forma tal vez convertir en epidemia este virus de humanismo del que somos víctimas, para ello utilizamos los canales regulares de enseñanza/aprendizaje así como nuevos modelos que ponemos a prueba, de lo tradicional a la vanguardia. Tenemos también la necesidad sobrenatural de mostrar al mundo lo que hemos descubierto en las cosas más simples de la vida y para ello encontramos las formas de mostrar, exponer y difundir esta nueva versión de lo que nos conmueve, lo que hoy vemos como arte.

La cultura depende de la idiosincrasia de cada lugar pero para nosotros como habitantes de la esférica celeste nuestra cultura incluye tanto al pensamiento de Nietzsche como el de Spinetta, tanto el de William Tell como el del Tirano Aguirre, tanto el de Syd Barrett como el de Alí Primera, el de Bretón, el de la Sra. Marta y el nuestro propio. Entonces lo que esta bien o esta mal pues depende de ello y sin prejuicio de nuestra tradición étnica, de ello depende nuestro motivo poético, en ello radica nuestra verdadera definición de belleza y mucho menos en lo matemáticamente consonante de Pitágoras.